La lumbalgia es una de las patologías más comunes entre la ciudadanía. De hecho, según el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana, “un 80% de la población ha tenido o tendrá alguna lumbalgia durante su vida y hasta el 70% de los jóvenes antes de cumplir los 16 años han experimentado este dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda”.
En este sentido, el dolor se puede localizar en las regiones lumbar, sacra y/o glútea y su origen está asociado a las estructuras músculo-esqueléticas (músculos, ligamentos, tendones, etc.). Además, la lumbalgia no identifica diagnóstico o causa.
La lumbalgia se ha convertido en una de las dolencias más incapacitantes, sobre todo, ahora que pasamos más tiempo sentados o estamos trabajando en casa. Para prevenir la lumbalgia hay que tener en cuenta algunos aspectos, ya que puede deberse a un origen mecánico, a las posiciones o a los gestos que desempeñamos en nuestro día a día.
En el trabajo, por ejemplo, adoptamos posturas que pueden derivarse en lumbalgia. Una de las más frecuentes es cuando nos deslizamos hacia delante en la silla y existe una curvatura pronunciada en la zona inferior de la espalda. Por ello, es recomendable evitar esta posición y mantenerse con la espalda lo más recta posible, apoyada en el respaldo de la silla. A ello ayuda tener las piernas en 90°, sin cruzar, y los brazos apoyados, al menos hasta los codos, cuando se esté utilizando un ordenador. Por ello, se debe cambiar de posición cuando se encuentra en el puesto de trabajo e ir modificando la posición tanto como sea posible.
La lumbalgia también puede darse tras gestos que implican un movimiento repentino y de intensidad. Por ejemplo, cuando nos agachamos con mucha flexión en la parte baja de la espalda mientras cogemos un peso. Por tanto, cuando queremos llevar a cabo esta acción, hay que flexionar las rodillas para entonces recoger el peso.
No obstante, la fisioterapia es el mejor tratamiento en caso de padecer lumbalgia. En consulta nos llegan muchos casos con este tipo de dolencia que evaluamos de manera siempre individualizada. A partir de aquí prescribimos una serie de ejercicios personalizados en función de las necesidades y que están destinados a la activación de la musculatura lumbopélvica, movilidad de la región de la pelvis y cadera y región torácica.
Para prevenir la lumbalgia es aconsejable la realización de ejercicio físico tanto de fuerza como de movilidad, moverse, para que la parte inferior de la espalda no llegue a estar fatigada, sobre todo, tras largas jornadas laborales. Además, con el teletrabajo actual, la gente se mueve menos, por lo que la práctica de ejercicio es más que recomendable.
Recuerda que si padeces lumbalgia, no dudes en acudir a tu fisioterapeuta de confianza, que te dará las pautas para que mejore tu calidad de vida.