EPI ecoguiada
También conocida como EPI (electrolisis percutánea intratisular), se trata de una técnica de fisioterapia invasiva. La electrolisis percutánea musculoesquelética ecoguiada consiste en aplicar una corriente galvánica a través de una aguja para provocar un efecto inflamatorio local (primera fase de la reparación de los tejidos) y un efecto analgésico. Consiste en introducir esa corriente galvánica sobre una solución salada (líquido extracelular).
ELECTROLISIS PERCUTÁNEA MUSCULOESQUELÉTICA ECOGUIADA
Al actuar esta corriente hace que la sal (NaCl) y el agua (H2O) se descompongan en elementos químicos, los cuales se agrupan entre ellos para formar sustancias nuevas. Una de estas sustancias es el hidróxido de sodio, que conocemos comúnmente como “lejía orgánica”. Esto es una sustancia cáustica que va a actuar sobre el tejido provocando la destrucción completa de las células dañadas por la degradación del colágeno y la sustancia mixoide. Es un proceso químico en el que no existe ni cocción ni electrocución del tejido. Al aplicarse sobre la región lesionada, se va a producir una destrucción del tejido que provoca una respuesta inflamatoria para su reparación. La aplicación de esta técnica en el tejido degenerado produce en las células unos valores de pH elevados en el espacio extracelular, lo que provocará que no se afecten las células sanas. El tejido destruido es metabolizado por el propio organismo a través de la fagocitosis inducida.
El utilizar como electrodo activo el cátodo (negativo) dará lugar a una irritación y destrucción del tejido. Esto producirá una modificación del pH del entorno; en los tendones corresponde al quinto día después de la intervención y puede durar hasta quince días.
Procedimiento
Asimismo, la EPI consiste en uno de los tratamientos más novedosos en cuanto al abordaje de tendinopatías y muchas otras patologías del tejido conjuntivo. Actualmente, no existen muchos protocolos estandarizados para la aplicación de la electrolisis percutánea intratisular, lo que explica la gran variabilidad en el número de sesiones y tiempo de aplicación.
La aplicación de esta técnica nos obliga a realizar el procedimiento de forma ecoguiada, de manera que seamos lo más precisos posible a la hora de hacer el abordaje del tejido y realización de la técnica.
La mayoría de los trabajos está de acuerdo en que la electrolisis percutánea intratisular, por sí sola, es una técnica efectiva, pero sobre todo se convierte en una técnica con grandes resultados cuando se combina con ejercicios fundamentalmente excéntricos, aumentando de forma progresiva las cargas. Por lo tanto, la electrolisis percutánea intratisular puede ayudar a acortar el número de sesiones a la hora de tratar lesiones como las tendinopatías y otros problemas que afecten al tejido conjuntivo, disminuyendo el tiempo de recuperación.
