Método Rubio para cólicos del lactante
Los lactantes se comunican mediante el llano. Esto permite al cuidador satisfacer sus necesidades fisiológicas, de alimentación, de cambio de pañal o de alguna incomodidad. En ocasiones, el llanto resulta excesivo, desconsolado y se acompaña de irritabilidad y malestar gastrointestinal, lo cual ocasiona estrés y preocupación en los padres y cuidadores e, incluso, en el pediatra y otros profesionales que le atienden.
El cólico del lactante se define como aquellos episodios de llanto intenso y vigoroso, por lo menos, 3 horas al día, mínimo 3 días a la semana durante al menos 3 semanas, en un bebé sano y bien alimentado. Puede acompañarse de flatulencia, inquietud, irritabilidad o signos de dolor y no tiene una causa identificable. Afecta entre el 15% y el 40% de los bebés menores de 6 meses, independientemente del tipo de lactancia que reciban. Afecta a bebés de todos los estratos socioeconómicos, sin evidencia de historia familiar ni diferencia de prevalencia entre los sexos, ocasionando mucha ansiedad en los padres y cuidadores y siendo un problema frecuente en consultas de pediatría.
Cólico Infantil
No se ha logado establecer una etiología clara que explique el cólico infantil. Se han encontrado múltiples asociaciones, entre las cuales se incluyen: inmadurez del sistema digestivo o nervioso, tipo de alimentación, alteraciones en el microbiota intestinal, alergias a las proteínas de la leche de vaca, estado mental o psicológico, hábitos y número de embarazos de la madre, etc. De acuerdo con estas posibles causas, se han estudiado múltiples opciones de tratamiento.
La primera actuación que debemos de hacer con el bebé al sospechar un cólico deberá ser visitar al pediatra para hacer un correcto diagnóstico y, a su vez, hacer un diagnóstico diferencial que descarte cualquier otra patología como otitis, fiebre, infecciones, etc. Si todo parece que es un cólico del lactante, deberemos tomar especial atención a la alimentación y cantidad correcta, a favorecer el eructo después de cada una de las tomas y a recordar que la posición vertical será una posición de mayor confort para el bebé que la posición en decúbito.
Tratamiento
Con el tratamiento de osteopatía y Método Rubio conseguimos realizar un tratamiento manual muy delicado y suave para el bebé, con el que provocaremos una elastificación del sistema digestivo en su totalidad, tanto desde el punto de vista de las estructuras que lo conforman, como del sistema nervioso que lo controla. Hablamos fundamentalmente del sistema nervioso vegetativo o autónomo. Por tanto, se consigue una mayor activación y equilibrio del transito y del movimiento peristáltico intestinal, de manera que aumenta el bienestar general del bebé, así como la calidad y tiempo de sueño y el descanso. El tiempo en el que el bebé evoluciona favorablemente es relativamente corto por lo que conseguimos poner remedio a la situación de sufrimiento del bebé y de sus familiares y cuidadores gracias al Método Rubio para cólicos del lactante.
