CEFALEAS Y MIGRAÑAS
Los estudios epidemiológicos acerca de las cefaleas y las migrañas todavía plantean problemas metodológicos considerables, fundamentalmente porque en muchas de ellas no existe un marcador biológico o una prueba de imagen clarificadora en cuanto al diagnóstico de sus distintos tipos (fundamentalmente las primarias), por lo que el diagnóstico se considera estrictamente clínico. Este hecho hace que aumente su complejidad a la hora de estudiar estas entidades. A esto se le suma la dificultad de que no siempre se han usado criterios diagnósticos comunes hasta la publicación de la clasificación de la International Headache Society.
Cefalea
Podemos definir la cefalea como la sensación dolorosa localizada en la extremidad cefálica.
Cuando se analiza la cefalea como síntoma la prevalencia es altísima. De hecho, en las consultas de neurología, la cefalea constituye el primer motivo de consulta de los pacientes. En los países occidentales, las cifras de prevalencia oscilan entre un 73-89% en población masculina y entre 92-99% en la femenina.
Las cefaleas se clasifican en dos grandes grupos, primarias y secundarias. Dentro de las primarias encontramos a una de las más frecuentes en las consultas de fisioterapia, las cefaleas tensionales, que registran un resultado clínico de mejoría con un buen abordaje y tratamiento de fisioterapia. Las secundarias son aquellas desencadenadas por otras patologías y que su abordaje debería de centrarse más en solucionar el problema primario que provocó esa cefalea.
Probablemente, ninguna situación clínica sea tan importante para realizar una anamnesis minuciosa y exploración física detallada para poder orientar el diagnóstico de una cefalea, o al menos para dilucidar si se trata de una afección más o menos trivial o de algún proceso de mayor gravedad. Se deben valorar criterios como la forma de inicio, la edad, los antecedentes familiares y personales, las características del dolor, etc.
Migrañas
En cuanto a las migrañas, según el estudio Global Burden of Disease Survey 2010 (GBD2010) es el tercer trastorno más prevalente del mundo. En el GBD2015 se clasificó como la tercera causa mundial de discapacidad tanto en hombres como en mujeres menores de 50 años.
Las migrañas presentan como sintomatología dolor de cabeza (ósea cefalea) y, además, síntomas relacionados con alteraciones transitorias del sistema nervioso vegetativo. Se dividen en dos tipos fundamentalmente, la migraña sin aura y con aura.
Este conjunto de síntomas asociados puede variar: náuseas y/o vómitos, fotofobia, fonofobia, síntomas visuales, del habla o del lenguaje, motores, retinianos, etc.
Asimismo, está aceptado que la migraña suele ser de una intensidad clínicamente bastante más invalidante que una cefalea.
Algunos pacientes presentan también una fase de pródromos, que puede tener lugar horas o días antes de instaurarse la crisis, con síntomas que pueden consistir en hiperactividad, depresión, avidez por determinados alimentos, bostezos repetidos, astenia y dolor o rigidez cervical.
Las causas por las que pueden aparecer un dolor de cabeza o una crisis migrañosa son distintas, como factores hormonales, químicos, tensión muscular cervical, problemas digestivos como ptosis abdominal, por toxicidad en pacientes con estreñimiento prolongado, etc. El complejo suboccipital tiene especial importancia en el dolor del cráneo, por lo que se hace imprescindible su tratamiento, así como otros factores que alteran la vascularización intracraneal.