La hernia de hiato es una disfunción en la cual una parte del estómago abandona la cavidad abdominal, a través del hiato esofágico del diafragma, haciéndose intramediastinal. Como consecuencia de esta patología se produce una insuficiencia de la válvula del cardias (aquella que conecta y regula el paso del bolo alimenticio desde el esófago hasta el estómago), por lo que uno de los síntomas que tenemos debido a la hernia de hiato es el reflujo gastroesofágico.
Se trata de una patología más frecuencia de lo que pensamos, ya que afecta entre un 20% y un 30% de la población. Muchos de ellos, prácticamente la mitad, son asintomáticos, todo depende del grado de protrusión de esa porción del estómago y de cuánto esté afectado el esfínter esofágico inferior, la válvula del cardias.
Cuando existe ese reflujo gástrico se pueden producir estos síntomas relacionados con la hernia de hiato:
- Trastornos digestivos como ardor (pirosis)
- Gastritis
- Dolor de pecho
- Dificultad a la hora de tragar
- Dificultad para respirar
- Regurgitación o mal aliento
- Tos seca, sobre todo, tras la comida
Hay que tener en cuenta que si se complica la hernia de hiato, el ácido puede afectar sobremanera las paredes del esófago.
Diagnóstico de la hernia de hiato
Lo primero que vamos a hacer es valorar y examinar al paciente para diagnosticar adecuada y personalizadamente su patología.
El tratamiento de la hernia de hiato puede ser tanto médico como osteopático. De este contamos con una gran experiencia en la clínica con resultados muy satisfactorios. ¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar, normalizamos la inervación tanto simpática como parasimpática del estómago. Para ello, realizaríamos manipulaciones en las dorsales medias, así como en las cervicales altas junto con el trayecto del nervio vago. Esto sería desde su salida en el cráneo, a través del agujero rasgado posterior, donde tendríamos un efecto sobre el sistema parasimpático, así como el diafragma, tanto de forma local como a través de los nervios frénicos teniendo en cuenta su inervación a nivel cervical y la charnela toracolumbar.
Después, llegaría el otro 50% del tratamiento de la hernia de hiato que se centraría en el estómago. Mediante técnicas manuales se trabajaría para normalizar el diafragma buscando suprimir el espasmo y la tensión miofascial que presenta. Se llevaría a cabo la relajación de esa porción alta del estómago lo que mejorará la funcionalidad del esfínter del cardias.
Por todo ello, el tratamiento osteopático disminuye considerablemente los efectos ocasionados por la hernia de hiato. Así, puede reducir la dependencia de fármacos o, incluso, llegar a estar temporadas sin necesitarlos. Además, disminuye los síntomas que provoca la hernia de hiato ya comentados.
Por tanto, si te encuentras en esta situación, no dudes a acudir a tu osteópata de confianza. En Ramón Punzano podemos ayudarte y a realizar el tratamiento más adecuado para la hernia de hiato gracias a la amplia experiencia con la que contamos.